¡¡Que no hace falta el aire acondicionado!! ¡¡Que no !! Que nos cuesta una pasta gansa en el recibo de la luz y además este aparatejo no es nada bueno para la salud. Que no lo decimos nosotros, que lo dicen un montón de expertos.
El aire acondicionado puede provocar desde catarros a lumbalgias. Bueno, a fuerza de ser sinceros, el aire acondicionado propiamente dicho, no. Pero esos cambios de temperatura sí.
¿Qué estás en Sevilla a 40 grados a la sobra y entras en un banco u oficina con el aire acondicionado? Pues ese chorro de aire gélido que sepas que te va a sentar fatal.
Y lo mismo pasa en tu casa. ¿Entras súper acalorada después de un día duro de trabajo en estos veranos que nos toca pasar y está el aire acondicionado a 100? Pues lo mismo.
No nos vamos a extender más en lo malo que es el aire acondicionado. Seguro que a ti también te ha pasado. Que te lo has dejado enchufado por descuido una noche y te has levantado como si te hubiesen dado una paliza. Si quieres tener más detalles sobre lo malo que es este “aparatejo” lo que te recomendamos es que te leas este artículo del ABC.
1. Juega con las cortinas, estores y persianas
Pues ¿sabías que el 30% del calor procede de las ventanas? Pues la solución es bien sencilla, ¿no crees? Lo único que hay que hacer es estar pendiente de las persianas y bajarlas cuando toca, es decir, cuando el sol esté en lo más alto.
¿Y sabes qué más te va a venir de perlas? Pues unas cortinas o unos estores de calidad. Los estores y las cortinas tienen varios grados de luminosidad que dejan pasar más o menos luz. Escoger del grado de luminosidad es fundamental.
Así que lo que te aconsejamos es que si tienes dudas sobre qué cortinas o estores colocar consultes con tu proveedor habitual.
Le dices para qué las quieres y verás cómo te va a dar una solución. Jugando con las persianas, cortinas y estores vas a bajar la temperatura en el interior de tu casa entre un 5% y un 6%. ¿Qué te parece?
2. Cambia tu ropa de cama
Mujer, ¡¡pues claro!! ¿Que empiezan las temperaturas a subir? Pues nada. Vamos a guardar las fundas nórdicas, las mantas, los edredones o las colchas con mucho relleno. ¿Eso significa desnudar tu cama? ¡¡En absoluto!! Es el momento de elegir las colchas de verano más frescas sin renunciar a un alto poder decorativo.
Y también hay que ir cambiando las sábanas e ir eligiendo sábanas de algodón cien por cien o de lino. Que son las más frescas y las que van a mantener tu cuerpo bien fresquito.
3. Evita los aparatos eléctricos
Tu casa está llena de aparatos eléctricos que no hacen otra cosa que emitir calor. Y estamos hablando desde el ordenador hasta cualquier bombilla. Pero si en una cosa debes tener cuidado es con el horno y la cocina, bien sea de gas o vitrocerámica. Si no tienes más remedido que utilizarlas un buen consejo es enchufar la campana extractora, que no sólo es útil para eliminar los malos olores, sino también para hacer huir el calor que generan.
Si estás cocinando procura que la puerta esté cerrada y que no se vaya el calor a otras habitaciones.
Las puertas también son unas aliada para mantener la casa bien fresquita. Tienes que jugar con las corrientes de aire. Si tienes una habitación que no utilizas, cierra la puerta para que el aire fresco no se meta por ahí. En esta habitación abre la ventana y la puerta de par en par para aprovechar la corriente por la noche.
Por lo que respecta a la lavadora, pues es mucho mejor que la pongas en marcha durante la noche. Y así evitarás que genere calor. Ahora es fácil con los programas automáticos que existen. Prográmala para que la ropa esté lista a primera hora de la mañana y tiéndela antes de que el calor empiece a apretar.
4. Utiliza ventiladores de techo
Mucho mejor que los aparatos de aire acondicionado. Producen un aire natural. O mejor dicho, mueven el aire fresco que ya existe en la habitación. Lo que está claro es que los ventiladores de techo, en noches muy calurosas, los puedes dejar en marcha sin que te levantes como si te hubieran dado una paliza.
5. Refresca también tu cuerpo
Si preparas tu casa para las altas temperaturas, tu cuerpo también necesita de cierta preparación. ¿Cómo? Pues bebiendo mucha agua, evitando el alcohol (la cervecita refresca en primera instancia pero después produce calor) y por supuesto que antes de dormir tienes que tomar una cena ligerita. A base de ensaladas, frutas y verduras es lo mejor. De esta manera continuarás hidratando tu cuerpo.
Pues estos son cinco consejos para que no sufras los rigores del verano. Como has visto son muy sencillo de seguir. Sólo hace falta un poco de rutina y disciplina. Levantar y bajar persianas y cortinas, cerrar puertas, no utilizar aparatos eléctricos… De esta manera estamos seguros que podrás evitar el uso del aire acondicionado, que no es nada saludable.
Por cierto, ¿tienes algún truco para mantener tu casa fresquita durante el verano y que quieras decirnos? Pues dínoslo en la sección de comentarios. Seguro que muchas de nuestras lectoras lo van a agradecer.
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